El cáncer de tiroides es una enfermedad en la cual las células de la glándula tiroides crecen de manera descontrolada. La tiroides es una glándula ubicada en el cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Es responsable de producir hormonas que regulan el metabolismo del cuerpo.
En la mayoría de los casos, los tumores de tiroides son benignos y no representan un riesgo significativo para la salud. Sin embargo, en aproximadamente el 10% de los casos, los tumores pueden ser malignos, lo que significa que son cancerosos y pueden propagarse a otras partes del cuerpo.
El cáncer de tiroides afecta más comúnmente a personas entre las edades de 20 y 55 años, y las mujeres tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad en comparación con los hombres.
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Aunque muchas personas con esta enfermedad no presentan signos, un síntoma importante es la presencia de bultos o hinchazones pequeños e indoloros en la parte frontal del cuello. Otros síntomas pueden incluir:
1 Voz ronca
2 Dificultad para tragar
3 Problemas respiratorios
4 Dolor persistente en la garganta o en el cuello
5 Tos que no desaparece
Al presentar alguno de estos síntomas, la primera acción a tomar es consultar con un especialista para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados en caso de ser necesario. Afortunadamente, en los últimos años, las ecografías y otras pruebas de diagnóstico por imágenes han mejorado y han ayudado a que los médicos obtengan imágenes claras y detalladas que puedan confirmar la presencia de la enfermedad.
Como resultado, muchas personas han descubierto que tienen cáncer de tiroides por casualidad durante una prueba de imagen que se estaban realizando para otra cosa.
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Un factor de riesgo importante para contraer cáncer de tiroides es tener una afección que aumente la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Es importante comprender cuáles son los factores de riesgo que potencializan el desarrollo de este tipo de cáncer, para que los médicos puedan definir cuál es el tratamiento que será más eficaz para el paciente.
Los diferentes tipos de cáncer de tiroides tienen varios factores de riesgo. Los factores de riesgo del cáncer de tiroides papilar incluyen:
1 Exposición a la radiación. Las personas que estuvieron expuestas a radiación cuando eran niños tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides papilar.
2 Las personas con antecedentes familiares de afecciones hereditarias pueden tener un mayor riesgo de cáncer de tiroides papilar. Un ejemplo de esto es la poliposis adenomatosa familiar.
3 Aproximadamente, el 5 por ciento de las personas que desarrollan cáncer de tiroides papilar lo hacen por una cuestión hereditaria. Los investigadores todavía están tratando de averiguar cuál es el gen que lo desencadena.
4 Aún no está claro por qué, pero el cáncer de tiroides papilar ocurre aproximadamente tres veces más a menudo en mujeres que en hombres. Sin embargo, cuando ocurre en los hombres, generalmente crece y se propaga rápidamente.
Los factores de riesgo del cáncer de tiroides folicular incluyen:
1 Una dieta baja en yodo, ya que se ha comprobado que las personas que tienen más probabilidades de desarrollar carcinoma folicular viven en lugares donde no se agrega yodo a la sal que se utiliza en los alimentos.
2 Condiciones familiares y trastornos hereditarios, como el síndrome de Werner y el síndrome de Cowden, que a veces incluyen el cáncer de tiroides como parte del proceso de la enfermedad.
Factores de riesgo del cáncer de tiroides medular (MTC):
1 Aproximadamente el 25 por ciento de las personas con MTC han heredado la mutación del gen llamado RET.
Debido a todos estos factores de riesgo, la información sobre tu salud y tu historial médico familiar puede ayudar a determinar el riesgo de cáncer de tiroides. Esta información es importante para crear un plan de tratamiento adecuado.
Los tumores de tiroides se detectan y diagnostican de varias formas. Algunas personas notan síntomas de cáncer de tiroides al encontrarse un pequeño nódulo en la parte frontal del cuello. Sin embargo, muchas de esas personas no presentan ningún otro síntoma.
Pasos para el diagnóstico de cáncer de tiroides:
1 Durante tu primera cita en COI, revisaremos pruebas realizadas anteriormente y te haremos un examen físico para comprobar si hay crecimiento o hinchazón inusual en:
2 De ser necesario, realizaremos una ecografía, un estudio que utiliza ondas sonoras y nos ayudará a determinar si debemos observar de cerca un nódulo tiroideo mediante una biopsia. También podemos recomendar pruebas por imágenes, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una tomografía por emisión de positrones, para obtener una mejor imagen del nódulo tiroideo.
3 Biopsia de tiroides
Para realizar una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido del área para examinarla con ayuda de un microscopio. Esta prueba permite determinar si un nódulo tiroideo es benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Utilizamos dos tipos de biopsias para diagnosticar el cáncer de tiroides:
4 Un patólogo experto analiza las células recuperadas bajo un microscopio para determinar si hay células cancerosas y qué tipo de células son.
Cuando es necesario, utilizamos pruebas moleculares de tejido de un nódulo tiroideo para detectar la presencia de células cancerosas.
1 Enfoque de ADN: este tipo de prueba molecular busca mutaciones específicas del ADN en el tejido relacionadas con el cáncer de tiroides.
2 Clasificador de genes: este tipo de prueba molecular no analiza mutaciones específicas, sino que se centra en la expresión de varios genes relacionados con el cáncer de tiroides.
3 Análisis de sangre: Los análisis de sangre ayudan a determinar si la glándula tiroides está funcionando normalmente. El nivel de TSH (hormona estimulante de la tiroides) indica el funcionamiento de la tiroides. También es importante analizar el nivel de la hormona calcitonina en la sangre para evaluar el carcinoma medular de tiroides (MTC). Nuestro programa de Cáncer Hereditario y Genética ofrece información sobre cómo realizar la prueba de MTC, que recomendamos a familiares de personas con este tipo de cáncer.
Utilizamos la información del diagnóstico de cáncer de tiroides para determinar el nivel de riesgo de la enfermedad. Este nivel de riesgo refleja la probabilidad de que el cáncer se disemine más allá de la glándula tiroides, es decir, la probabilidad de metástasis.
1 Cáncer de tiroides de bajo riesgo
Se considera de bajo riesgo si es pequeño y aún se encuentra dentro de la glándula tiroides, lo que significa que no se ha diseminado más allá. La mayoría de los pacientes que lo padecen tienen entre 20 y 45 años.
2 Cáncer de tiroides de alto riesgo
Se considera de alto riesgo si la enfermedad se ha diseminado más allá de la glándula tiroides o si está creciendo rápidamente. La mayoría de los pacientes tienen más de 45 años.
Nuestros médicos ofrecen opciones de tratamiento en función del nivel de riesgo de la enfermedad.
Si la enfermedad es de muy bajo riesgo, es poco probable que empeore o, por el contrario, se trata de un cáncer que ha regresado después del tratamiento o ha hecho metástasis en otras partes del cuerpo. En COI, podemos ayudar a ambos tipos de pacientes. Una vez que confirmamos el diagnóstico, personalizamos un plan de tratamiento basado en los siguientes factores:
1 El tamaño del tumor
2 Un análisis genómico del tumor
3 Si el tumor se ha diseminado fuera de la tiroides
4 El estado de salud general y las preferencias personales
En COI, ofrecemos opciones de tratamiento para el cáncer de tiroides según el tipo de enfermedad que padezca el paciente.
Actualmente, los médicos aún desconocen qué provoca la mayoría de los casos de cáncer de tiroides, por lo que, de momento, no existe una manera de prevenirlo en las personas con un riesgo promedio de desarrollarlo.
1 Prevención en personas con alto riesgo
Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, como los adultos y los niños con una mutación genética heredada que aumenta el riesgo de cáncer medular de tiroides. Estas personas pueden considerar la tiroidectomía profiláctica, que es una cirugía de tiroides para prevenir el cáncer.
Se recomienda analizar todas las opciones con un asesor especializado en genética, quien puede explicar el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides y las opciones de tratamiento disponibles.
2 Prevención en personas cercanas a plantas nucleares
En ocasiones, se administra un medicamento llamado yoduro de potasio a las personas que viven cerca de centrales nucleares. Este medicamento bloquea los efectos de la radiación en la tiroides. Se utiliza en caso de un improbable accidente en un reactor nuclear. Si vives dentro de un rango de 16 kilómetros de una planta de energía nuclear y te preocupa la seguridad, te recomendamos comunicarte con el departamento de manejo de emergencias local para obtener más información.
Somos reconocidos como líderes en el tratamiento del cáncer de tiroides en México. Cada año, atendemos a 100 nuevos pacientes con cáncer de tiroides y hemos logrado resultados óptimos.
Cuidado cercano y de vanguardia por un equipo de expertos
Nuestro personal incluye a más de 35 médicos especializados en cáncer de tiroides, radiología, quimioterapia, patología y manejo de síntomas. Muchos de ellos son reconocidos nacional e internacionalmente en sus respectivos campos.
Tratamiento personalizado
Utilizamos pruebas genéticas de última generación y otras pruebas para predecir qué tratamientos son más eficaces para nuestros pacientes.
Radioterapia más precisa
Al administrar radiación directamente al tumor utilizando los métodos más avanzados disponibles, minimizamos la exposición a la radiación del tejido circundante normal.
Experiencia en el diagnóstico y tratamiento
De casos hereditarios, raros o complejos.
Terapias de bienestar
Nuestros expertos en atención psicooncológica pueden ayudar a manejar el estrés asociado al tratamiento del cáncer de tiroides, así como sus posibles efectos secundarios. También te brindarán asesoramiento en nutrición oncológica para un bienestar integral.
Ubicación estratégica de nuestros centros oncológicos
Para recibir a los pacientes. Tenemos dos ubicados en Ciudad de México, dos en Guadalajara y uno en Tijuana. También ofrecemos asistencia para planificar tu visita médica.
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